3 razones por las cuales fallan las segundas oportunidades en el amor
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Las oportunidades no solo se merecen, sino que deben ser ganadas y
aprovechadas. Porque también es un error el exceso de oportunidades que
se da a quién no sabe valorarlas.
Animados por el amor que aún sienten por su pareja, muchos matrimonios
que se han enfrentado a la separación o incluso al divorcio, se embarcan
en segundas oportunidades con gran ilusión. Casi siempre este nuevo
viaje inicia con miedo, después de todo una segunda oportunidad implica
un riesgo a volver a fracasar, un riesgo a volver a salir herido. Sin
embargo, pese a este amor tan grande en ocasiones no les alcanza y
vienen los rompimientos y separaciones que por lo general suelen ser más
dramáticos y difíciles de superar que la primera vez. Queda entonces
una pregunta en el aire ¿es posible prepararse de algún modo?, yo creo
que es posible si revisamos con detenimiento las razones por las que se
puede fallar.
Seguir siendo el mismo
Si las dos personas van al recuentro de esta segunda oportunidad, intactas, tal y como eran antes del rompimiento, dicha segunda oportunidad está destinada al fracaso. Cuando se da el rompimiento afectivo muchas personas se enfrascan en su dolor y en su necesidad de recuperar al otro y esto les impide ir un poco más allá. Bien lo decía el alemán genio de la física Albert Einstein: "Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo".Antes de emprender el viaje y aún si se encuentran en medio de él, vale la pena detenerse y reflexionar acerca de lo que los llevó al fracaso en el pasado. Pero aquí no solo cabe reflexionar, sino además iniciar un proceso de cambio sincero. Cambiar ciertos patrones de comportamiento que te llevan al fracaso afectivo no es fácil. Tiene que ver con tu pasado, con tu autoestima y con la forma como aprendiste a vincularte afectivamente. En muchos casos se requiere de una ayuda externa que puede ir desde la lectura de un buen libro hasta la consulta con un especialista.
Intentarlo de nuevo por las razones equivocadas
La incapacidad de hacerse cargo de su propia vida, el miedo a la soledad, mantener la imagen y las apariencias sociales o la conveniencia económica; son algunas de las razones equivocadas para aventurarse en una segunda oportunidad. Estas razones llevarán a la pareja al conformismo y a la rutina, lo que inevitablemente condenará al fracaso a esta nueva oportunidad.
El amor es la razón correcta, pero exige entrega, esfuerzo y responsabilidad. Entendiendo que no será fácil y que necesitarán perseverar, alimentando con acciones honestas el amor que debe mantenerlos unidos. De no ser así la historia se repetirá; ya se dieron por vencidos una vez y puede volver a pasar si no lo asumen con verdadero compromiso.
La falta de perdón
Entre las muchas acciones que causan profundas heridas se encuentran la infidelidad y el maltrato físico. Definitivamente no es fácil superarlo y perdonarlo. Nadie debería darse otra oportunidad con quién le ha herido sin haber hecho un trabajo de perdón interior. Y especialmente, sin asegurarse de que el otro ha hecho un proceso de cambio o está trabajando en ello.
Es muy probable que si este nuevo intento se asume con responsabilidad y con la preparación necesaria, las cosas puedan salir bien e incluso mejor que la primera vez. Las oportunidades no solo se merecen, sino que deben ser ganadas y aprovechadas. Porque también es un error el exceso de oportunidades que se da a quién no sabe valorarlas.
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