Estoy cien por ciento segura de que al menos una vez en la vida tuviste un mal estar y un mal presentimiento que se convirtió en realidad, y del que tú no tenías forma de saber (a ciencia cierta) que iba a tomar lugar. Esto NO es casualidad, y la ciencia nos explica por qué sabemos sin que nadie nos diga qué algo está mal.
Gracias a un estudio publicado en el 2011 por el Psychological Scinece Journal, hoy podemos afirmar que tu cuerpo puede hablar y que debes escucharlo por que la mayoría de las veces lo que te está diciendo... es VERDAD..
Cada vez que la selección Argentina va a jugar en un mundial, o voy a rendir un examen, o simplemente publicar un artículo, tengo un presentimiento. Por lo general, si me siento calmada al respecto, Argentina gana (con excepción de las finales), me va bien en el examen, y ustedes AMAN lo que escribí. Si por el contrario, siento intranquilidad, las cosas salen mal.
¿Qué sentimos físicamente cuando él te está traicionando?
Las pulsaciones cardíacas se aceleran
El estudio realizado en el 2011 utilizó la ayuda de participantes que lo único que debían hacer era jugar un juego de cartas. Las reglas del juego eran nuevas para todos. A medida que iban entendiendo qué hacer para ganar, las cosas les salían mejor.
Sólo ganaron quienes respondieron a la señal de su cuerpo
Los participantes estaban conectados a un monitor cardíaco que mostró que cada vez que iban a tomar la decisión incorrecta, sus latidos aumentaban. Si la decisión los favorecería, los latidos permanecían a la misma velocidad (más lentos).
¿Por qué no todos ganaron?
Sólo los que se dieron cuenta de ese pequeño cambio en sus cuerpos y cómo funcionaba, fueron los ganadores.
Nuestros cerebros son unas de las computadoras más sofisticadas que existen en el mundo. Son tan sofisticados que sólo entendemos una pequeña porción de sus habilidades. Mientras sólo algunas de las cosas que percibimos son conscientemente, millones de estas suceden sin que nosotros nos demos cuenta.
Si tu pareja te mintió en algo, hay un millón de señales que tu cerebro registró, no sólo de él, sino de TODOS los que te mintieron a lo largo de tu vida. Tu cerebro prepara un archivo con todos esta información y cuando ve algo similar, disparará señales para advertirte que algo está mal y que debes huir..
No fuimos diseñados para sufrir
Todo nuestro cuerpo ha sido diseñado para ser feliz, y sobrevivir. Todo lo que te haga feliz hace que tu organismo produzca oxitocina (la hormona de la felicidad), es así cómo tu cuerpo aprende qué quieres y qué necesitas. Por ello, cuando un hombre te hace feliz, es en lo único en lo que puedes pensar. Y cuando ese hombre se va, sigues pensando en él, simplemente por que tu cuerpo es adicto a su presencia por que simplemente disfruta de tu estado de felicidad.
Malestar estomacal, aumento en el sudor y en las respiraciones
Los otros síntomas que experimentamos cuando algo (como una mentira o la infidelidad de tu esposo) sale mal, son el sudor injustificado y el malestar en el estómago.
TODOS tenemos la habilidad de percibir lo que está mal o bien, la mentira de la verdad, y si debemos salir corriendo o no. El problema es que muchos de nosotros decide no hacerles caso, y cuanto menos atención les prestas más suaves son, hasta que desaparecen.
"Las mujeres, son más fuertes en su habilidad de tener éxito en seguir esa intuición, por sus capacidades extraordinarias para leer a los demás seres humanos. Nuestras ancestros mujeres tenían segundos para evaluar si una situación sería peligrosa o no para sus hijos. Sus cerebros estaban entrenados con esta capacidad", explica Samantha Olson en su publicación en Medical Daily..
CONCLUSIÓN
Sigan esa voz que les habla desde adentro; cuanto más atención le presten, más fuerte hablará. No sigan los impulsos abruptos generados por emociones fuera de control, la clave está en escuchar la velocidad de tu corazón, las respiraciones, etc.
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Y en cuanto a qué me dice mi sexto sentido acerca de si les va a gustar o no este artículo... lo que puedo decir es que de lo que estoy segura es de que ESPERO con toda el alma que les sirva.
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